martes, 17 de agosto de 2010

Comiendo ratas en Kislev: Ogros vs Skaven

Batalla jugada en La Guardia Argeva

Recientemente un grupo de Skaven se unió a la tribu de los Matazombies como exploradores, y unidad de vanguardia, en reemplazo de los gnoblar tramperos que murieron como ratas en batallas anteriores. La idea fue del jefe de los goblins, Sangrón, quien se la propuso a Ren Culoasesino, y este la puso en efecto sin consultarlo con su padre no reconocido Kiang Matatanques.

image Lo que no tuvo en cuenta Ren es que a su padre le gustarían tanto los hombres rata. Pero en un sentido diferente al que él esperaba. Al primer skaven que vio Kiang lo devoró de un bocado, y le gustó tanto que empezó a buscar más por el campamento.

Ren se las ingenió para contenerlo prometiéndole una pronta invasión al enclave más cercano de los skaven. Kiang estaba tan enviciado que quería salir inmediatamente, por lo que sólo juntaron a los ogros toro que tenían cerca, a los nuevos skaven, por supuesto, y al rinobuey tirasobras.

A último momento Ren fue a buscar a los dos gigantes que tenían encerrados en una cueva cercana. Especialmente al nuevo gigante mecánico Giméva, del que contaré su historia en otra ocasión.

Me pusieron a mí a investigar donde podríamos encontrar skaven cerca de las montañas de los Lamentos. Y los que más cerca parecían estar eran las ratas del clan Txyna, liderados por el Pragg el inmortal, que moraban bajo las estepas de Kislev.

Kiang no pensaba con claridad, su cerebro estaba ocupado por el ansia de comida, y las ratas que iban delante de su comitiva explorando no ayudaban. Parecía un gigantón en estado vegetativo, baboseándose mientras permanecía en algún lugar recóndito de su cerebro.

Así que recayó su hijo no reconocido el plan de batalla. Pero mucho no pudo organizar, ya que al llegar a donde se suponía que moraban las ratas de Pragg el inmortal, se los encontró ya presentando un frente de batalla. Tenían espías por todos lados, pensó.

Eran tantos los hombres rata, y ellos tan pocos, que a Ren sólo se le ocurrió juntar a todos los ogros toro en un inmenso blog, que sería flanqueado por los gigantes. El tirasobras intentaría diezmar las filas de ratas antes de que llegaran los ogros a dar los primeros golpes.

Kiang no quiso esperar, y se lanzó a la carrera. Atrás de él fueron los ogros toro, y por supuesto su hijo no reconocido iba a su lado. Giméva, quedó frenado por un bosque, por lo que permaneció retrasado, pero el otro gigante también corrió junto al flanco de la unidad de ogros.

Fue este último el que recibió la mayor parte de los disparos de los jezzails skaven. Los ogros resistieron ataques de magia y cañonazos. Y los goblins a cargo del tirasobras tuvieron su mejor tarde, diezmando ratas por decenas con tiros certeros.

Tan desesperado iba Kiang por comer ratas, que llegaron enseguida junto a la mejor unidad del clan Txyna, alimañas bien entrenadas al mando del mismísimo Pragg el inmortal, quien por supuesto corrió a la última fila de la unidad, junto con el mago para no ser arrollado por la fuera demoledora de la arremetida ogra.

Murió más de la mitad de la unidad en esa primera arremetida, con los ataques descontrolados de Kiang y de Ren, contagiado por su padre no reconocido. Tan desmoralizadas quedaron las pocas ratas sobrevivientes que terminaron huyendo. Pero Pragg se las ingenió para detenerlos y reorganizarse

A todo esto, el gigante había llegado a pegar algunos golpes, pero terminó redirigiéndose hacia un grupo de esclavos, a los que destrozó a golpes, no sin ayuda de un certero catapultazo de los goblins tirasobras, que habían diesmado la mitad de la unidad.

Polborn Matarratas, el ingeniero médico brujo de Pragg, fue hábil al calir de la unidad para atacar a los ogros de lejos. Mientras Pragg veía morir hasta la última de sus alimañas bajo la violencia ogra, Palborn mataba ogros con su magia. Abrió tantas grietas bajo los toros que terminó diesmando a la unidad. Pero era tarde, ya habían dejado a Pragg bajo una pila de cadáveres.

Así fue que sólo quedaron Kiang y Ren con vida, luego de que tanto el cañón, los rifles jezzails y la magia aniquilasen a los ogros toro. Pero igualmente lograron correr y dejar fuera de combate a tan terrible mago.

Por su lado el Giméva utilizó toda su potencia de vapor para destrozar una unidad completa de guerreros del clan, o al menos lo que había quedado luego de otro certero catapultazo de los goblins tirasobras.

El otro gigante terminó destruyendo el cañón. Pero todavía quedaba un combate en el otro ricon del campo de batalla. Los portadores del incensario cargaron sobre el rinobuey y los goblins tirasobras. Fue un combate sangriento en el que casi es destruido el rinobuey, pero resistió muy mal herido, llevándose a todas las ratas.

Ren terminó muy mal herido por una endemoniada amerratadora que se negaba a morir. Pero Kiang sólo se preocupaba por comer y comer. Tantas ratas muertas se comió que terminó asqueado y vomitando.

A la vuelta a las montañas de los lamentos estaba tan mal por comer rata podrida que pasó más de seis horas sin comer, todo un record en los Reinos Ogros, si incluso llegó a perder 40 gramos de peso. Juró venganza contra las ratas de Pragg por ello, ya que había pasado a ser el nuevo chiste en boca de todos los otros líderes de tribus ogras.

Aquí un reporte visual de la batalla:

Aquí vemos el despliegue de las ratas arriba, y abajo los ogros ya tras su primer movimiento, antes de los disparos.

Las ratas temen lo peor:

Primer plantillazo del Tirasobras, punto de mira sobre los clanrats:

El resultado:

Aquí la carga debastadora de los ogros, hacía falta 7 pulgadas en la tirada de carga, y salió eso, ni más ni menos:

El resultado, casi toda la unidad de alimañas con generales y héroes incluido:

Se abre el frente, mientras la magia rateril me mata ogros como si nada:

Los otros siguen soportando ataques mágicos, pero van sembrando la muerte a su paso, aquí vemos la corrida aniquiladora del gigante vaporil (ya le pondremos un nombre):

Atrapados entre los demoledores jezzails y el maldito mago y sus grietas mataogros:

El gigante vaporil persiguiendo y masacrando y al fondo un observador misterioso, que nadie sabe para quién observa, pero se rumorea que se mueve en el espacio y en el tiempo, ya que también observó una batalla 40 mil años en el futuro:

La lucha entre los sacerdotes de la plaga y el tirasobras, que parecía que morirían los dos al mismo tiempo, pero terminó zafando el tirasobras:

A por el cañon!

Kiang... otra vez solo, el pobre Ren asesinado por la amerratadora:


Ratas contra ratas, las mías a pesar de ser menos se las ingeniaron para permanecer en pie:

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