sábado, 26 de febrero de 2011

El enigmático Zapatos de Oro

Hay revuelto entre los ogros Matazombies. Kiang Matatanques acaba de cambiar a su estandarte de batalla, dejó de lado a su hijo no reconocido Ren Culoasesino en favor de un recién llegado del que nada se sabe.

El asunto fue así. Una mañana desperté con los primeros rayos del sol forzándome a abrir los ojos. Pero lo que vi en el horizonte, no era el sol, sino un ogro inmenso que reflejaba la luz solar en la inmensa cantidad de cosas de oro que llevaba encima. El resto del campamento dormía, todo a mi alrededor había ogros tripasdura totalmente dormidos, roncando en una sinfonía que uno sólo llega a apreciar luego de años de convivencia entre los ogros.

Lo mire, pero él parecía estar duro como una estatua. Tenía una cicatriz que le cruzaba el cráneo hasta la mandíbula, pasando por el ojo derecho, que estaba en blanco. Iba adornado con todo tipo de objetos de oro, pero lo que más llamaba la atención eran sus zapatos. Eran todos de oro, y estaban tan relucientes como los de un rey.

Mientras lo admiraba me sorprendió descubrir que a mi espalda estaba Kiang Matatanques mirando al recién llegado. Así de la nada, Kiang lanzó un eructo tan estruendoso que despertó a todos. Duró más de veinte segundo. El ogro de los zapatos de oro le respondió con un eructo igual.

Acto seguido los dos corrieron acercándose en lo que pensé que sería una lucha a muerte, pero que terminó en un abrazo y en dos choques de cabeza.

Ya han pasado dos semanas, y no se lo ha escuchado hablar al ogro dorado. Lo hemos apodado el enigmático Zapatos de Oro, ya que ni él dice palabra, ni Kiang habla con nadie de él.

Los pocos que preguntaron algo, recibieron golpes por respuesta, así que este humilde escriba se limita a contar sólo lo que ve.

Zapatos de Oro se comunica con Kiang y con los demás ogros con gruñidos. Así también es su relación con el pequeño perro que lo sigue a todos lados. Un perro realmente feo, que los ogros toro han apodado No se Come, ya que un ogro intentó comerlo y perdió un brazo y las dos orejas, que Zapatos de Oro cortó en segundos con su oxidado machete, para luego devorar sin remordimientos.

Ren Culoasesino no parece demasiado molesto con el recién llegado, ya que su posición dentro de la tribu no ha cambiado, incluso me ha confesado que está contento de no tener que ir cargando con el estandarte, ya que así puede matar más pequeñajos.

Tampoco parece que Zapatos de Oro vaya a ser un peligro para la tribu, ya que lo he visto mirar fijo una piedra durante horas mientras la baba le caía mojando sus dorados adornos. Realmente no es que los ogros sean muy despiertos, pero este parece especialmente estúpido.

Veremos que depara, pero lo cierto es que ha cambiado bastante la rutina entre los Matazombies con la llegada del enigmático Zapatos de Oro.

5 comentarios:

  1. Violento zapatos de oro! La duda es, como se llama el perrucho que lo acompaña? :P

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  2. Ahh, trucho, leete la historia entera! :P Ahí se cuenta cómo lo llaman :P

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  3. Me encanto!
    ¿porque no lo paras arriba de una roca gris asi se distinguen mas sus zapatos?

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  4. Sí, creo que voy a mejorar la peana, porque así se pierden tanto los zapatos como el perro.

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  5. no se come... jajajaj me hace acordar a jazmin el perro de susana gimenez... jajaja muy bueno magus... xaviice

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