lunes, 29 de noviembre de 2010

Bocaditos extranjeros: Ogros vs Imperio

Luego de la Guerra de la Guardia Argeva, tras tantas batallas, Kiang Matatanques sufría de abstinencia. No de la guerra, el combate, y la adrenalina que este genera. Sino que ahora no se podía conformar con comer goblins y rinobueyes otra vez, no después de haber probado los "bocados extranjeros".
Así fue que Kiang organizó una expedición a su vecino imperial favorito: Dubnia. El viaje duró muchos días, y la ansiedad de Kiang era tal, que de los cuatro regimientos de goblins que llevó, apenas llegaron dos. Incluso Ren Culoasesino, su hijo no reconocido y un afamado degustador de goblins, trató de detener a Kiang, pero no lo lograron. Lo peor era la imagen de verlo a Kiang tan desesperado, agarraba un goblin cualquiera, le arrancaba la cabeza de un mordisco, y revoleaba el resto del cuerpo lejos, sólo le gustaban los sesos de las pobres criaturas verdes.

Así fue que los goblins le jugaron varias malas pasadas a Kian durante la batalla, en venganza por los 50 goblins que fueron deborados en el viaje.
Aquí unas imágenes tomadas por este humilde escriba:
Los ogros tomaron la iniciativa y movieron primero. Notese cómo la unidad principal ogra, con Kiang dentro, quedó resagada porque los goblins que estaban delante se negaron a marchar. En el otro flanco, se sintieron amenazados por los gigantes que venía detrás, así que avanzaron y mataron a tres herreruelos.


Milagrosamente los gigantes sobrevivieron a los cañones, que no pudieron acertar un sólo disparo. Así los vemos cargando contra una unidad de espadachines, tras haberse comido a unos arcabuceros. Gargantúa espera su oportunidad para unirse al festín en el próximo turno

Aquí ya vemos el combate avanzado, los ogros toro corriendo tras haber matado a unos arcabuceros, pero sin haber podido con los espadachines y flagelantes. A los goblins los vemos todavía inmóviles en el tercer turno, sí, no se quisieron mover durante tres turnos. Kiang los rodeo, y se prepara para unirse al festín de los gigantes. Por el flanco derecho el cazador tomó una decisión insensata y cargó contra los flagelantes. Venía enfervorizado por haber matado y devorado a un mortero y su dotación, y a un cañón y su dotación. Este escriba no pudo ver bien, pero parecía como que los tigres diente de sable devoraban a los humanos, mientras que el cazador comía el metal imperial.

Los flagelantes no tuvieron problema en sacrificar a tres de sus compañeros para conseguir mejoras, en resumen, hicieron pomada al cazador y a los tigres.

Kiang no aguantó más y cargó contra el altar, comandado por el infame Volkmar, a quien terminó matando en combate singular, pero el carro resistió lo suficiente como para que la infantería que tenía al lado tomase el flanco de los tripasduras. Un combate que duró hasta el turno 6, y así quedaron ambas unidades trabadas.

Aquí ya vemos que los gigantes y las gargantúas se ocuparon del flanco izquierdo del imperio, si bien Jetilainen, el gigante de los cielos murió aplastando gran parte de una unidad de espadachines, que terminó de morir a manos del G-Meva, que aquí ya vemos cargando al carro que se negaba a morir. Vemos a la derecha a los flagelantes, totalmente ciegos de furia tras haber destrozado a golpes al cazador y a sus gatos.

Y aquí vemos el final del combate, con Perod resistiendo hasta el fin, y extrañamente los tripasduras están completos, y Ren y Kiang están vivos. Una interesante victoria para los ogros, muy buena batalla:

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